Obligados a trabajar desde casa: "Pasarse el día en pijama es deprimente"
Pásate al coworking
Un sofá y un ordenador sobre las rodillas como lugar de trabajo. O una silla y la mesa del salón. Si hay suerte, se coge una habitación libre, se apartan los trastos y se convierte en oficina. Esta es la realidad de cada vez más profesionales en España, obligados a trabajar desde casa. Primero, porque las empresas tienden a ahorrar costes externalizando servicios que antes se prestaban a nivel interno. Y luego, porque los miles de autónomos que antes de la crisis alquilaban oficinas privadas o espacios compartidos hoy no pueden permitírselo. Toca, pues, pasarse la semana encerrado en casa. Y el sentir mayoritario es claro: puede llegar a ser insufrible.
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Tanto si eres emprendedor como si lo que deseas es iniciar una nueva actividad, un espacio de 
A pesar de las reticencias que este tipo de iniciativas pueda generarnos, a la hora de buscar financiación para nuestros proyectos, no está de más llamar a todas las puertas.